La Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.

Ámense sinceramente unos a otros.
Aborrezcan lo malo y apéguense a lo bueno.
Ámense como hermanos/-as los unos a los otros, respetándose mutuamente.
Vivan alegres por la esperanza que tienen;
soporten con valor los sufrimientos; no dejen nunca de orar.
Hagan suyas las necesidades del pueblo santo;
reciban bien a quienes los visitan.
Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran.
Hasta donde dependa de ustedes,
hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos.
No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal.

(Romanos 12:9-10, 12-13, 15, 18, 21, DHH.)

La Invitación

Señor, acercarme a tu altar,
y entonar cantos de alabanza,
y proclamar tus maravillas.
Yo amo, Señor, el templo donde vives,
el lugar donde reside tu gloria.

(Salmo 26:6-8, DHH.)

Las Cuentas Cruciformes

El que quiera salvar su vida, la perderá;
pero el que pierda la vida por causa mía, la encontrará.
¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida?
¿O cuánto podrá pagar el hombre por su vida?

(Mateo 16:25-26, DHH.) 

Las Semanas

Si alguno quiere ser discípulo mío,
olvídese de sí mismo,
cargue con su cruz y sígame. 

(Mateo 16:24, DHH.)

El Despido 

El Señor me respondió:
«Si regresas a mí, volveré a recibirte
y podrás servirme.
Te libraré del poder de los malvados,
¡te salvaré del poder de los violentos!»  

(Jeremías 15:19, 21, DHH.) 

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.

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